miércoles, 27 de junio de 2007

El ataque de las arañas

El día de hoy, alguien cercano a mi de quien no voy a revelar su nombre por aquello de la verguenza ajena, me compartió su última experiencia aterradora con su más terrible enemigo: LA CUCARACHA (ahora entienden lo de la verguenza?). Yo por supuesto, le insistí a esta persona que debía buscar ayuda profesional.
En fin, éste relato me recordó una experiencia propia reciente con un bicho más aterrador que una simple e inocente (asquerosa, si, pero inocente) cucaracha: las arañas.
Todo comenzó meses atrás cuando me mudé a esta casa. De inmediato noté la presencia de esas pequeñas harpías pero debido a que no se trataba de especies peligrosas (viuda negra, violinista..) y a una supersición que no se ni de donde saqué porque ni siquiera soy supersticiosa (es de mala suerte matar una araña... o dejar vivir una araña es de buena suerte??), decidí dejarlas vivir. Lo único que hacía para controlarlas, era deshacerme de cuanta telaraña encontraba, pero si encontraba una araña, le respetaba la vida. Inclusive, las reconocía!

Tenía una pequeñísima araña que gustaba de columpiarse de la pantalla de la laptop. Cada vez que me ponía a hacer algo en ella, la arañilla aparecía. No se si le gustaba el calor o el calor la hacía salir de su refugio dentro de la laptop pero era de ley que ahi anduviera acompañandome mientras estaba frente a la pantalla. Hasta me caía en gracia. Había otra araña (una gran araña patona) que se instaló en la cara inferior de la mesa de la cocina. Era un poco impresionante pero casi no se movía asi que la dejamos ahi. (poco después ya no me cayo bien, y la corri de ese lugar, pero no la maté). Tambien teníamos una familia de arañas que vivían bajo un buró.

Tal vez esten pensando: "mugre marrana, debería limpiar mas seguido", pero en mi defensa debo agregar que en la zona geográfica donde vivo abundan las arañas y que independientemente de que tan frecuentemente limpie, cada semana encuentro una telaraña nueva. Inclusive una mañana me encontré en mi jardín una hermosisima telaraña asi como para foto que la noche anterior no estaba ahi!!. Por supuesto yo no me enteré de esa capacidad de las arañas hasta que conviví de cerca con ellas.

Pues bien, el día de ayer que finalmente me dispuse a hacer limpieza profunda de mi casita, noté con horror el enorme error que había cometido.

Las malditas arañas habían creado un penthouse debajo de mi sillon! Cuando comenzé a deshacer su pegajosa mansión, salieron corriendo en todas direcciones como unas 5 arañas. Ya no pude mas y las asesiné a todas, no dejé a una sola viva. A pesar de todo, me sentia parcialmente culpable. Pero la culpabilidad desapareció por completo cuando me di cuenta que el penthouse conectaba con la vivienda de la familia de arañas que había mencionado anteriormente: también las maté. Seguí limpiando, llegué a la televisión y ohhhhh Dios!!!! arañas bebé salieron de ADENTRO de ella!! Como una histérica maté a cuantas pude. Completé la limpieza de la planta baja de la casa completamente sorprendida. Se habían reproducido como conejos!!

Después de esa espantosa experiencia decidí dejar a un lado esa maldita superstición, ya que la guerra todavía no termina. Hoy encontré otra telaraña en mi recámara, una en la cocina (si, supongo que las arañas que sobrevivieron a la batalla de ayer cambiaron su centro de control a mi cocina y hoy amaneció ahi una telaraña nueva) una en el baño... y probablemente otras mas que no he alcanzado a ver.

Definitivamente en esta semana solicitaré refuerzos. Las malditas no cuentan con mi amigo el insecticida!

Quiero terminar este post con una imágen dedicada a mi hermana Denisse (para que comiences la terapia):

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