jueves, 26 de junio de 2008

Chipotle again

Generalmente no suelo volver tan pronto a los lugares de comida rápida a los que voy, necesito que a mi mente se le olvide un poco la experiencia para caer de nuevo en el mismo changarro. Este miércoles fue la excepción, ya que gracias a un email, nos enteramos que en Chipotle iban a regalar burros, bowls y tacos de 5pm a 8pm, uno por persona, en respuesta a la crisis que sufre el pais debido al encarecimiento de la gasolina y como buenos amantes de las cosas gratis, decidimos sacrificarnos y comer de nuevo unos "buritous".

Esperábamos encontrar algo de fila y estar en ella como por 15 o 20 min, enojarnos por haber decidido ir y después irnos felizmente con nuestro burro (yo iba por un bowl) y regresarnos a la casa porque no habría ni lugar donde sentarse. Pero lo que encontramos fue algo totalmente diferente...

Decidimos ir al Chipotle de Clintonville, ya que el que nos queda más cerca está en el mero centro de la Universidad y por lógica, la espera iba a ser más larga por eso de los estudiantes muertos de hambre ansiosos por comida gratis. Nos enfilamos por High Street y comenzó a llover bastante fuerte. En ese momento pensé: oh bueno, tal vez no haya tanta fila... eso de esperar en la lluvia por un burro de $4.50, no creo que se le antoje a mucha gente. De repente, la fila de carros comenzó a hacerse lenta, y ya íbamos a vuelta de rueda en menos de lo que canta un gallo. Tal vez fue un accidente... tal vez es la fila para Chipotle (éste último comentario con sarcasmo por favor). 2 galones de gasolina y 20 minutos después (¿dónde quedó el ahorro?), nos dimos cuenta que efectivamente era la línea para Chipotle. Ni nos bajamos. Vi pasar por la ventana la ilusión de mi burro gratis detrás de la línea de como 100 personas que se escondían bajo sus paraguas de la incesante lluvia.

Terminamos 3 cuadras más adelante (y la calle vacía de carros) comiendo en Arby's. Curioso... hace unos días íbamos a Arby's y terminamos en Chipotle.

Mi comida...


Saliendo del Arby's, ya sin tanta lluvia por ahi de las 7, de nuevo me dije a mi misma: Bueno, si la fila bajó, de todos modos me paro por el burro... sisi, ilusa. De vuelta a la casa, aprovechando que andábamos cerca del otro Chipotle, le tomé algunas fotos para ilustrar la experiencia:




La mala calidad de las fotos es la suma de una fotógrafa inexperta en un carro en movimiento más una cámara de teléfono celular.


Por ahí las malas lenguas dicen que en uno de ellos había una fila como de 6 millas. O sea, ¿tan jodidos estamos??

Para terminar, esa misma noche tuvimos alerta de tornado, con la sirena a todo lo que daba. En lugar de irme a mi camita temprano (como a las 12, hora habitual), me la pasé pegada a la tele pa' ver cuando fregados llegaba el mentado tornado y salir corriendo al sótano. Me puse unos pants por si las dudas, no quería que llegara el fin del mundo y me agarrara en calzones. Y como a mi me pega la ansiedad re gacho, que me pongo a hornear unos panes de maiz (no big deal, 15 min en el horno, y ya) en lo que nos llegaba la hora.


Ahí donde está la mancha peligrosamente fucsia, ahí vivo yo.

Finalmente, resultó que si, estuvimos en la zona roja pero al tornado no le dió la gana tocar tierra. (¡gracias, tornadito!) Los únicos daños que sufrimos fueron las florecitas de mi jardín que con tanta lluvia besaron el piso y todavía es hora que no se recuperan.

sábado, 21 de junio de 2008

El tlacuache

-¿A que no sabes qué me encontré en la basura wey?

-Y ora qué fue wey?

- ¡Una pinche tele! Pantalla plana, marca olevia, así como la que tú tienes pero más chica

-¿Y jala?

-Ps creo que si wey, no la he calado

-¡No mames wey, tienes complejo de pepenador!!



Uno de mis pasatiempos durante el verano, es mirar de reojo los botes de basura al pasar a un lado de ellos. No es un pasatiempo que haya cultivado desde hace mucho tiempo, al contrario, hace un par de años ni siquiera hubiera considerado esa idea en mi mente.

Jamás en mi vida había poseído algo usado. Los muebles en casa de mis papás fueron comprados nuevos, mi ropa siempre había sido nueva y mis juguetes también. Poco, pero nuevo. Las escasas pertenencias usadas que tuve habían sido de familiares cercanos que por tradición llegaban a mis manos. Pero la fuente de mis "bienes" nunca fue un extraño, jamás.

En cuanto recién me mudé a ésta casa/ciudad/país, las cosas cambiaron. Un nuevo mundo se abrió ante mis pies: El de las "Tiendas de segunda".

¡Soy una verguenza para mi familia! Pensé al pisar por primera vez una de esas. Me sentí menos mal cuando vi a las viejitas puppuff todas enabrigadas buscando entre los triques usados. Debo admitir que tambien ayudaron las bolsas y cinturones "de marca" que encontré a menos de 2dlls. Nuevos. O al menos parecían nuevos. Esa vez, gasté como 100 bolas y no recuerdo ni en qué: velas, bufandas, una gabardina rara, cinturones, bolsas, adornos para mi casa...

Conforme pasó el tiempo, caí aún más bajo, pisé fondo.. el de los botes de basura. No, no piensen que tengo necesidad de hacerlo, es solo por diversión. Pero permítanme explicarme, no es exactamente que me meta en los botes de basura, simplemente con pasar a un lado de ellos, los freebies comienzan a aparecer: el monitor de pantalla plana de mi PC, unos estantes apilables de cocina, la mesa de centro de mi sala, mi perchero, un par de archiveros, un estantero metálico... todos tienen éso en común.

Terminando el diálogo con el que comenzo el post, la tele de mi amigo resulta que sí funcionó. Todavía nos queda la duda de por qué la tiraron a la basura, pero no pensamos mucho en eso, mejor nos concentramos en echarle una miradita a los botes que se nos cruzan por el camino, aunque sea de lejos.

¡Chale... se me está pegando el complejo de pepenador del Martín!

viernes, 20 de junio de 2008

El inquilino duendoideo

No se cómo llegó ni por cuanto tiempo se quedará, ni siquiera sé por qué escogió MI casa para vivir. No es un buen lugar para crecer duendes, es aburrida, falta de color.

Un duende habita en mi casa. Y por cierto, no es él, sino ella.

No tengo mucha experiencia con duendes, de hecho, antes de que ella llegara a mi casa, no tenía ninguna. Aprovecho este medio para compartir lo que sé al respecto:

Los duendes le temen a la oscuridad, eso es un hecho bien conocido (de las pocas cosas que sabía sobre ellos). En ella se econden seres malignos capaces de desaparecerlos de la faz de la tierra en cuestión de segundos; por fortuna, los duendes saben que la mejor forma de combatirlos es con luz (una lamparita funciona bien) y un aliado peludo, aunque si puedes conseguir una vívora de madera, mucho mejor. No hay nada superior a eso para envenenar a lo que sea que habite en las tinieblas.

Los duendes adoran comer. Muy seguido la podemos ver escondida bajo la mesa comiendo pan, acompañada de su fiel triceratops. Le encanta comer mangos, manzanas y vegetales verdes con aderezo ranch, los cuales frecuentemente roba de mi refrigerador. ¡Que coma dulces como todos los duendes normales!

Como dije, mi casa es aburrida, no hay mucho que hacer y ni siquiera tenemos permitido tener mascotas, otra necesidad duendoidea. Eso no fue restricción alguna para ella, que por si misma consiguió no una ni dos mascotas: es dueña de una familia de asquerosas lombrices de tierra que viven en una caja de cartón en mi jardín, se alimentan de hojas y son lidereadas por "Larga", la cual sospecho, es mas cercana a ser una serpiente que una lombriz.

Su nuevo pasatiempo es la cocina gourmet. Quiere ser un chef cuando crezca, para poder cocinar macarroni & cheese como los grandes que salen en la tele. Observa, aprende, observa y aprende. Me pide que cocine como ellos. ¡Yo ni siquiera se cocinar! Se frustra, y mientras crece lo suficiente como para alcanzar la estufa y el horno, ocupa sus tardes en practicar con una cocina de plástico y lodo, ramas, pasto, hojas e insectos como materia prima. Ha creado platillos con apariencia tan deliciosa que si no supiera de qué están hechos me los comería.

Vivir con un duende no es sencillo. Son salvajes, dificiles de controlar, y en cuanto miden un poco más de un metro, se creen autónomos. Además huelen como duendes y son alérgicos al agua, aunque ocasionalmente te permiten sumergirlos en la tina, siempre y cuando esté llena de burbujas.

domingo, 15 de junio de 2008

Fábula random

Sofía: Mamá, ¿Por qué casi no te ríes? Yo me río muy seguido en el día y tú no tanto.

Mamá: Porque soy adulta. Cuando la gente es niña se preocupa menos por cosas y más por reirse. Conforme creces vas perdiendo esa capacidad de reirte por todo.



Más tarde...



Sofía: (Golpeándose accidentalmente en la panza) ¡Aaaaaaaaayyyyyy!!! ¡buaaa, buaaaaaa, buaaaaaaaaghhh!!

Darío: (Observando lo que sucedió: risas, sonrisas y más risas)

Sofía: (Entre sollozos) Mamá mira, Darío se está riendo!!! Buaaaaaaa!

Mamá: Ves, ¡mientras más joven es la gente, más se ríe!





The end

miércoles, 11 de junio de 2008

Burritos güeros

Hoy no cocinamos en casa, fue día de fast food -gracias al cielo- por lo que erramos un rato por las calles buscando un Arby's (mis niños estaban entusiasmados por un anuncio en la tele), cuando de repente en nuestro camino se atravezó un conocido lugar de "comida mexicana". ¡Hasta tiene nombre de chile! De inmediato pensé en mi amigo el Blog. Definitivamente mis compatriotas, sobre todo los juarenses deben conocer los burros que se comercializan en estos lares.

Por ahí dicen que una imágen habla más que mil palabras:




Este es 1/3 de burrito. Lo siento, teníamos mucha hambre. Pero si se fijan bien, podrán notar que tiene arroz. ¿Arroooooz? Sip. La comida mexicana tiene muuucho arroz asi que los burritos tambien DEBEN tenerlo. Observemos el mismo tercio de burrito desde otra perspectiva:



También tienen frijoles negros... enteros. Y guacamole, queso, lechuga, crema ácida, salsa (que por cierto no pica, ni la que anuncian como "hot").
Pueden estar hechos con res, carnitas o pollo, o vegetarianos (jaja eso me dió risa). Ya mencioné el tamaño? Son enooormes. Tienes que agarrarlo con las 2 manos y no solo yo, hombres mujeres y niños, todos por igual. No puedes meterlo todo completo en tu boca. (Traté de fotografiar algunos comensales para ejemplificarlo pero se dieron cuenta)

El menú incluye además: fajitas, ensaladas y tacos. Pero todo está hecho de lo mismo, la diferencia es si llevan tortilla de maiz o harina, dura o blanda o de plano sin tortilla. Veamos los tacos:



Lo curioso de éste lugar es que después del nombre viene la frase "Mexican grill" y hasta donde yo se es propiedad de mexicanos, trabajado por mexicanos y de vez en cuando ves algun mexa comiendo ahi (neta?) pero amigos... eso de mexicano tiene lo que yo de española.

Por favor, gente de Juárez, si alguien fuera tan amable de enviarme una foto detallada de un auténtico burro juarense, se lo agradecería mucho. Prometo publicarla justo al lado del burro güero.

sábado, 7 de junio de 2008

No knead bread II

Después de mi fracaso con el pan fácil que cualquiera puede hacer (¡El chef de Ratatouille estaba equivocado!) me puse a investigar un poco sobre ese pan. No era posible que no pudiera hacerlo lucir más decente. Entré al website por primera vez, para ver la receta de nuevo. Comencé a sospechar de mi vecina, tal vez le modificó algo para que no me saliera...

La receta que encontré online, era exactamente la misma excepto por un pequeño detalle importante: había un link para ver un video. De inmediato le piqué en el link y en menos de 10 minutos me di cuenta de todo lo que había hecho mal, comenzando por la consistencia de la masa.

También estaba segura que mi molde no era el adecuado y compré uno nuevo.

Teniendo todo lo necesario, ésa tarde comencé de nuevo el proceso. En ésta ocasión, el que la masa no fuera tan líquida, logró un cambio radical. ¡La pude doblar sobre si misma no 1 ni 2 sino 3 veces! ¡La pude poner en la toalla sin tener que tirar la toalla después! Me sentía tan emocionada.

¿Mencioné ya que hice 2 panes experimentales en ésta ocasión? Digo, si la iba a cagar, al menos la iba a cagar doble. Uno de ellos se coció en el molde nuevo, el otro en el molde original.

Todo salió perfecto excepto porque una de las tapas de los moldes se medio derritió en el horno y olía a pan con plástico quemado. Pero el sabor de los panes fue excelente y, lo mejor de todo... es que ésta vez no había duda de que eran panes.




jueves, 5 de junio de 2008

No knead bread

El otro día mi vecina trajo unas rebanadas de pan para compartir. Cuando le pregunté de dónde lo había sacado porque estaba muy bueno, dijo que ella misma lo había hecho y que en el website donde encontró la receta, aclamaban que era taaaaan fácil que hasta un niño de 4 años podría hacerlo. Por supuesto que se la pedí, dispuesta a cenar pan hecho por mí esa misma noche (bueno más bien el día siguiente porque tarda un día en estar listo...) Pan fresco, fácil de hacer, sin necesidad de amasar sonaba demasiado tentador. ¿Qué podía pasar? Si un niño podía hacerlo, yo tambien...

Al tener la receta en mis manos, lo primero que noté fue que los ingredientes que requiere son mínimos: sólo harina, agua, levadura, sal y bicarbonato. ¡Vaya que era sencillo! Sólo "mezcla los ingredientes, revuélvelo y déjalo reposar por 18 hrs". Pan comido (jajaja). Al hacerlo, el resultado fue algo así como masa para hot cakes pero como panadera inexperta, no me percaté que esa NO era la consistencia de la masa de pan. Ignorante de mi error, me fui a la cama a soñar con el fantástico resultado que me había sido prometido.

Poco más de 18 hrs después, la tarde siguiente, me paré frente al recipiente que contenía mi preciada masa , dispuesta a continuar con el siguiente paso:

-Dobla la masa sobre sí misma una o dos veces.

Observé mi masa por unos segundos. La consistencia seguía siendo semilíquida y definitivamente lucía bastante pegajosa. ¿Cómo se suponía que iba a poder doblar ése batuque sobre sí mismo una vez, mucho menos dos? Pero tenía que hacerlo si quería tener panecito así que lo intenté y lo único que logré fue batirme todas las manos y la ropa de la masa ésa, perdiendo en la batalla la mitad de la misma. Luego como nadie me vió me salté al siguiente paso, pensando dentro de mí que no todo estaba perdido:

-Cúbrela con plástico de cocina y déjala reposar 15 min.

Respiré al darme cuenta que la parte difícil había terminado. Eso porsupuesto que podía hacerlo. Después de los 15 minutos, ya estaba lista para continuar mi viaje a través del fantástico mundo de la "cocina fácil":

- Usando solo la suficiente cantidad de harina para que la masa no se pegue, gentil y rápidamente, forma una bola con la masa.

Como se imaginarán, me salté ese paso también sin siquiera pensarlo. Si no pude doblarla sobre si misma, mucho menos iba a poder darle forma de bola rápida y gentilmente. Esta cosa era más pegajosa que una telaraña, no me iba a arriesgar...

- Generosamente cubre una toalla de algodón con harina, pon la masa sobre ella, cubre con más harina y sobre ella otra toalla de algodón y déjala reposar por 2 hrs.

Ya me estaba empezando a frustrar. ¡Esto no estaba saliendo como debería, me habían mentido!
¿Qué clase de niño prodigio de 6 años (ni siquiera 4) era capaz de completar ésta receta exitosamente? Cubrí la toalla que quien sabe si era de algodón con harina y como pude embarré sobre ella la masa, ansiosa por cubrirla con la otra toalla para no tener que ver mi fracaso de pan.
-Al menos media hora antes de que la masa esté lista, calienta el horno a 450 grados F. Coloca un molde pesado de 6-8 "cuartos" de capacidad en el horno mientras se calienta. Cuando la masa esté lista, remueve el molde del horno. Desliza una mano bajo la toalla y deja caer la masa sobre el molde. Puede lucir como un desastre pero así está bien. Regresa el molde al horno, cúbrelo con su tapa y hornea 30 min. Destapa y hornea otros 15-30 min.

Mi cansada mente leyó algo sobre poner agua a calentar en el molde y eso hice. Luego lo saqué (debo confesar que asumí que hacer eso era para mantener cierta humedad en el horno necesaria para algunos panes) y seguí las instrucciones subsecuentes, pero en un molde nuevo. Cuando llegué a éste punto, tenía menos de la mitad de la cantidad de masa original, y estaba segura que no iba a funcionar, ya que también la regué con eso del molde caliente no con agua, pero había llegado ya tan lejos, el horno estaba caliente y tenía unos pollos ansiosos por comer pan.

Mi hogaza de pan, era de esperarse, se coció (eso pensé) más pronto de lo que decía la receta. Salió un pan un poco más grande que una telera, hermosamente dorado en su superficie, semicocido en su interior, que devoramos en menos de 10 minutos entre Sofía y yo, arriesgándonos a perder un diente en el intento. Pero el sabor era bueno y si la corteza hubiera estado un poco menos dura, se hubiera cocido perfectamente en el interior y hubiera sido más grande, me hubiera atrevido a compartirlo con las vecinas.

Si a alguien le interesa aventurarse en el oscuro mundo de la "cocina fácil", aquí está el link para la receta original: http://www.nytimes.com/2006/11/08/dining/081mrex.html?scp=1&sq=no%20knead%20bread&st=cse

Provecho!