La receta que encontré online, era exactamente la misma excepto por un pequeño detalle importante: había un link para ver un video. De inmediato le piqué en el link y en menos de 10 minutos me di cuenta de todo lo que había hecho mal, comenzando por la consistencia de la masa.
También estaba segura que mi molde no era el adecuado y compré uno nuevo.
Teniendo todo lo necesario, ésa tarde comencé de nuevo el proceso. En ésta ocasión, el que la masa no fuera tan líquida, logró un cambio radical. ¡La pude doblar sobre si misma no 1 ni 2 sino 3 veces! ¡La pude poner en la toalla sin tener que tirar la toalla después! Me sentía tan emocionada.
¿Mencioné ya que hice 2 panes experimentales en ésta ocasión? Digo, si la iba a cagar, al menos la iba a cagar doble. Uno de ellos se coció en el molde nuevo, el otro en el molde original.
Todo salió perfecto excepto porque una de las tapas de los moldes se medio derritió en el horno y olía a pan con plástico quemado. Pero el sabor de los panes fue excelente y, lo mejor de todo... es que ésta vez no había duda de que eran panes.
3 comentarios:
vaya felicidades, se ve que aprendes rapido! bien por eso!
Solo una duda, por que la forma de hongo? asi era el recipiente? o solo salio asi por que si?
Que bonito pan! Mándame un cachito por correo.
La forma de hongo fue porque... porque... ps no se, se trataba un pan rebelde que quiso ser "original" y cool y ¿De qué le servió? De nada, igual me lo comí.
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