El otro día mi vecina trajo unas rebanadas de pan para compartir. Cuando le pregunté de dónde lo había sacado porque estaba muy bueno, dijo que ella misma lo había hecho y que en el website donde encontró la receta, aclamaban que era taaaaan fácil que hasta un niño de 4 años podría hacerlo. Por supuesto que se la pedí, dispuesta a cenar pan hecho por mí esa misma noche (bueno más bien el día siguiente porque tarda un día en estar listo...) Pan fresco, fácil de hacer, sin necesidad de amasar sonaba demasiado tentador. ¿Qué podía pasar? Si un niño podía hacerlo, yo tambien...
Al tener la receta en mis manos, lo primero que noté fue que los ingredientes que requiere son mínimos: sólo harina, agua, levadura, sal y bicarbonato. ¡Vaya que era sencillo! Sólo "mezcla los ingredientes, revuélvelo y déjalo reposar por 18 hrs". Pan comido (jajaja). Al hacerlo, el resultado fue algo así como masa para hot cakes pero como panadera inexperta, no me percaté que esa NO era la consistencia de la masa de pan. Ignorante de mi error, me fui a la cama a soñar con el fantástico resultado que me había sido prometido.
Poco más de 18 hrs después, la tarde siguiente, me paré frente al recipiente que contenía mi preciada masa , dispuesta a continuar con el siguiente paso:
-Dobla la masa sobre sí misma una o dos veces.
Observé mi masa por unos segundos. La consistencia seguía siendo semilíquida y definitivamente lucía bastante pegajosa. ¿Cómo se suponía que iba a poder doblar ése batuque sobre sí mismo una vez, mucho menos dos? Pero tenía que hacerlo si quería tener panecito así que lo intenté y lo único que logré fue batirme todas las manos y la ropa de la masa ésa, perdiendo en la batalla la mitad de la misma. Luego como nadie me vió me salté al siguiente paso, pensando dentro de mí que no todo estaba perdido:
-Cúbrela con plástico de cocina y déjala reposar 15 min.
Respiré al darme cuenta que la parte difícil había terminado. Eso porsupuesto que podía hacerlo. Después de los 15 minutos, ya estaba lista para continuar mi viaje a través del fantástico mundo de la "cocina fácil":
- Usando solo la suficiente cantidad de harina para que la masa no se pegue, gentil y rápidamente, forma una bola con la masa.
Como se imaginarán, me salté ese paso también sin siquiera pensarlo. Si no pude doblarla sobre si misma, mucho menos iba a poder darle forma de bola rápida y gentilmente. Esta cosa era más pegajosa que una telaraña, no me iba a arriesgar...
- Generosamente cubre una toalla de algodón con harina, pon la masa sobre ella, cubre con más harina y sobre ella otra toalla de algodón y déjala reposar por 2 hrs.
Ya me estaba empezando a frustrar. ¡Esto no estaba saliendo como debería, me habían mentido!
¿Qué clase de niño prodigio de 6 años (ni siquiera 4) era capaz de completar ésta receta exitosamente? Cubrí la toalla que quien sabe si era de algodón con harina y como pude embarré sobre ella la masa, ansiosa por cubrirla con la otra toalla para no tener que ver mi fracaso de pan.
-Al menos media hora antes de que la masa esté lista, calienta el horno a 450 grados F. Coloca un molde pesado de 6-8 "cuartos" de capacidad en el horno mientras se calienta. Cuando la masa esté lista, remueve el molde del horno. Desliza una mano bajo la toalla y deja caer la masa sobre el molde. Puede lucir como un desastre pero así está bien. Regresa el molde al horno, cúbrelo con su tapa y hornea 30 min. Destapa y hornea otros 15-30 min.
Mi cansada mente leyó algo sobre poner agua a calentar en el molde y eso hice. Luego lo saqué (debo confesar que asumí que hacer eso era para mantener cierta humedad en el horno necesaria para algunos panes) y seguí las instrucciones subsecuentes, pero en un molde nuevo. Cuando llegué a éste punto, tenía menos de la mitad de la cantidad de masa original, y estaba segura que no iba a funcionar, ya que también la regué con eso del molde caliente no con agua, pero había llegado ya tan lejos, el horno estaba caliente y tenía unos pollos ansiosos por comer pan.
Mi hogaza de pan, era de esperarse, se coció (eso pensé) más pronto de lo que decía la receta. Salió un pan un poco más grande que una telera, hermosamente dorado en su superficie, semicocido en su interior, que devoramos en menos de 10 minutos entre Sofía y yo, arriesgándonos a perder un diente en el intento. Pero el sabor era bueno y si la corteza hubiera estado un poco menos dura, se hubiera cocido perfectamente en el interior y hubiera sido más grande, me hubiera atrevido a compartirlo con las vecinas.
Si a alguien le interesa aventurarse en el oscuro mundo de la "cocina fácil", aquí está el link para la receta original: http://www.nytimes.com/2006/11/08/dining/081mrex.html?scp=1&sq=no%20knead%20bread&st=cse
Provecho!
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4 comentarios:
eres todo un ¨crack¨ para la cocina.
jaja me encato ¨Luego como nadie me vió me salté al siguiente paso¨ jaja lo mejor!!
Jajajaja como el pastel que hicimos una vez que decía que la masa debía quedar cremosa y quedó asquerosa. Eres muy estúuuupida.
jamás ese pan se comparará con tus papitas con queso de hace millones de años que preparaste en casa de chela para alimentar a tus entonces pollitos de hermanas.
Mejor haz lo tuyo, una rica lasagna!
No era pastel, eran galletas y no se x que la receta según necesitaba polvo de gelatina.¡Hazme el favor! Por eso quedó horrible. La gelatina tuvo la culpa.
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