martes, 30 de diciembre de 2008

Gringolandia, potencia mundial

Como muchos niños mexicanos, fuí criada en un hogar gringofóbico y parte de esa niña todavía vive en mi, aunque un poco menos prejuiciosa. Por azares del destino, hace poco más de un año, terminé estableciendo mi casa en los EU, no lo voy a negar, con cierto (mucho) pesar y por razones que dejaré para otra ocasión. Durante todo este tiempo, he observado, tratado de aprender sobre la sociedad en la cual ahora vivo, parte porque tengo que adaptarme a mi nuevo habitat y parte porque es curioso y entretenido ver como la gente es tan diferente en un lugar no tan lejano.

Siempre me pregunté por qué los gringos son potencia mundial. En aquellos entonces cuando la pregunta primero rondaba por mi cabeza, muchas posibles respuestas, (justas e injustas) lo hicieron también y muy a lo lejos apareció en mi mente la palabra "actitud". El día de hoy, quiero públicamente anunciar que estoy segura que "actitud" es definitivamente un factor importante en el éxito de este país.

Se ve desde la forma en la que crían a sus hijos. Pondré de ejemplo a mis vecinos: si te asomas por la ventana cuando están en el jardín jugando con sus niños, puedes oír más de una vez frases como "good job", "good girl", "you're doing great" "yeeeeeeeeei", a veces casi sin motivo (para mí). Yo misma al principio me retorcía al escucharlos por lo (un chingo) cursi y empalagoso de las frasecitas. Me pongo a pensar, ¿cuántas veces oímos frases como ésas de boca de nuestros vecinos en México? Más facil es oir un "m'ijo no sea guey" o "ándale, síguete haciendo el chistosito" que frases como las anteriores.

Por supuesto que poniendo cuidado en esos aspectos de la crianza de los hijos, creces niños con algo llamado autoconfianza. Diferentes niveles de autoconfianza pero definitivamente hablando en términos de sociedad, unas con un nivel en promedio mayor que otras (sociedades), como la nuestra.

Esto les ha permitido comportarse con esa actitud tan "soberbia". En muchos casos no es soberbia, es sólo confianza en tí mismo, suficiente como para atreverte a comprar un uniforme de fútbol porque estás seguro que vas a ser un pro aunque sea tu primera clase y ni siquiera sepas cómo ponerte los tacos. Suficiente como para decir que vas a ser neurocirujano, meterte a trabajar en un hospital y después decidir que la medicina no era lo tuyo, pero mientras tanto dedicaste todo tu esfuerzo a lo que hacías (y hasta veías Gray's anatomy cuando te daba tiempo).

Nosotros hemos sido criados para burlarnos de los demás, de nosotros mismos, de todo. Es cierto que lo hacemos como una de tantas formas de protegernos de agresiones externas (llámese hambre, pobreza, gringos engreídos con lana...) También es divertido, pero no es una buena estrategia de vida. Deberíamos mas seguido decir frases como "bien hecho", "estoy orgulloso", a nuestros hijos y por qué no, esposos, padres, hermanos... Inclusive más veces de lo que consideremos necesario, para que no se les olvide. Total, es sólo un pequeño cambio de actitud no? ¿Qué podríamos perder?

sábado, 27 de diciembre de 2008

Post post-navideño

Sobreviví la Navidad; y mis muebles también. Resulta que la pantera hizo su trabajo y actualmente ocupa 1er lugar del top 10 en la lista de peluches més queridos, superando incluso a Coqueco (quien ocupó el tan anhelado sitio durante los últimos 6 meses). Me sorprendió ya que Santa, en el último minuto consiguió el mentado gato solicitado, no totalmente café y un poco más chaparro, pero bastante lindo y con su cybercopia para que te cyberentretengas en la red. No sé si el descenlace de las cosas me vuelve feliz o me frustra. Digo, duré más tiempo del deseado buscando al gato para que la pantera (A.K.A. premio de consolación) lo desbanque, no?


Al menos le gustó, pensé. Recientemente me había estado costando trabajo entender que le entusiasmaba. Sobre todo cuando caminamos por los interminables pasillos de la juguetería sin mucho interés por ninguna cosa excepto un microscopio (influenciada por otra mente enferma, por supuesto) y un ranario (una pecera equipada para crecer renacuajos que te envían por correo, asegún vivos). Y después recordé algo más: jamás tuve uno de esos berrinches típicos en las tiendas por un juguete. Nunca.


¿Cómo no iba a estar preocupada? Seguí masticando esas ideas durante el 25 y parte del 26 (y sin tener que cambiarme la pijama). Esta tarde fuimos a la librería y justo cuando yo hacía fila en la caja, apareció frente a mi con un libro en la mano y cara de sufrimiento: iba a utilizar todo su poder de convicción para lograr su objetivo. Impulsivamente casi dije que no, pero después lo pensé dos veces. ¿Qué no era esto lo que yo estaba deseando? Lo compré sin siquiera ver el título ni el precio.

Pinche librillo extra raro (era del Dr. Seuss) inentendible y gacho que acabé comprando.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Maldito Santa Claus

De nuevo Navidad. Y de nuevo a hacerle de Santa. No puedo negarlo, ha sido divertido pero también estresante. No se si es sólo a mí pero el mes de Diciembre se me va como agua. Nomás comienza y de repente ya estamos a 23 y yo sin regalos, sin lana y sin ganas de irme a meter a las tiendas llenas de gente loca.

Suspiro. No es algo que tenga opción, lo tengo que hacer. Suspiro. Me lanzo, como cada año, de último minuto a hacer mis compras. Sola, por supuesto, ya que es más sencillo moverte entre la multitud si no llevas duendes pequeños y grinches que ven el reloj a cada rato.

Este año, sin embargo, fue más difícil que otros. La carta de Santa decía simplemente: "Un gato de juguete" pero por supuesto, tenía un oscuro significado oculto. Las especificaciones fueron verbales, ya que me tuve que poner discretamente a averiguar un poco más debido a lo inespecífico de la carta. Y mis sospechas no eran infundadas: Tenía que ser un gato papá (o sea, de tamaño ligeramente mayor que el resto de los gatos que habitan en la casa, y con cara de papá), de color café o ya de perdis negro y que pareciera real (nada de gatos humanoides).

Busqué online, nada. Otras 3 tiendas y nada. Me desesperé y terminé comprando una pantera. Cumplía todos los requerimientos excepto que no era un gato. Espero, con poca fe, que no lo note.

Afortunadamente, estando en la juguetería, pude observar a otros compradores que se veían aún más frustrados que yo. Los veías, ahí de pie, frente a un estante, angustiados, con un juguete en una mano y otro casi idéntico pero con diferencias sutiles perceptibles sólo ante los ojos de un niño en la otra, y que por supuesto pueden hacer la diferencia entre una feliz navidad y la destrucción masiva de tu casa. Se podía ver en sus rostros que ellos lo sabían.

Al observar esa escena repetirse ante mis ojos varias veces y en varias tiendas, respiré. Al menos no seré yo la única que tenga que comprar muebles nuevos el año que entra.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El chef extranjero

Hoy vamos a postear un escrito que llevaba ya un rato añejándose en los borradores de mi blog. No le he editado nada porque me dió flojera, así tal cual como lo encontré, todo empolvado, así directo va (bueno, sólo añadí las fotos) Hoy tengo ganas de postear pero no de escribir, ando pasalona:

Tal vez es porque ya llevo mas de un año de no volver a mi muy querido país, o porque estoy cansada de comer comidas exóticas (y no tan exóticas) de otros lados pero cada vez me siento mas nostálgica acerca de la comida mexicana.

Hace poco mas de un año, en una de esos domingos de hueva por la mañana, que prendo la tele en el canal cultural (por error, por supuesto). Y que me encuentro con algo que jamás me imaginé: "Un gringo queriendo cocinar comida mexicana". Al menos eso pensé. Por supuesto me sorprendió pero no le di mucha importancia, todavía no me pegaba gacho la nostalgia y se me hace que tampoco traía tanta hambre, así que en cuanto terminó el programa me olvidé de él.

Alguna vez les ha pasado que de repente vuelven a ver a un ex-pretendiente que estaba rarito de adolescente (y que por supuesto que le dijiste que no) y de repente zaz!, se pone buenón?? Ah pues así fue mi experiencia volviendo a ver a Rick Bayless por segunda ocasión. Ante mis ojos su programa matutino de domingo se veía bastante mas atractivo que la vez anterior, la comida, al prestarle atención, se veia auténtica y antojable y los lugares que visitaba, definitivamente pertenecían a Mexico.


Para completar el cuadro, unos dias después coincidentemente, estaba llegando a mis manos un libro prestado por mi vecina (gracias, Sharleen) sobre cocina mexicana escrito por el. Nuevamente el karma me perseguía pero ahora en buen plan. Devoré el maldito libro. Lo leí como cuando a los 15 anos leia a Mr. King y Ms. Rice, tratando de terminar el libro sin respirar. Lo que me encontrá entre sus páginas me dejó gratamente sorprendida.

Uno se imagina, la mejor chef italiana (al menos conocida por aquí) se llama Julia, y ¿de dónde viene doña Julia? pues de italia. Entonces por asociación de ideas, el mejor chef mexicano debe ser... gringo? Eso a la vez me causa orgullo y vergüenza. ¿Por qué? Bueno, vergüenza porque yo no conozco ningun chef mexicano de cocina mexicana famoso. Tal vez esto sea debido a un poco o mucha ignorancia de mi parte, pero tambien vergüuenza porque yo siendo criada como lo fuí, debería no sólo saber comer la cocina mexicana sino tambien cocinarla más o menos decentemente, ya que ahora que lo veo bien, tuve las mejores maestras que pude haber tenido y en su momento no las aproveché. Vergüenza también por todos eso que se dicen mexicanos y no saben valorar un platillo mexicano bien hecho. Y orgullo porque esa comida que tanto amé y que dí por hecho en mi mesa todos los días, motivó a este señor a viajar a México y vivir allá cerca de 10 años para aprender sobre los orígenes de tan (exquisita, delicada, fina, elaborada, injustamente calificada por estos lares...) gastronomía.

Y es que el hombre vivió en varias partes de nuestro país para aprender sobre las costumbres y tradiciones que rodean a la cocina mexicana. Y la neta, lo hizo muy bien. El arroz rojo, es idéntico al de mi madre (reitero, tuve las mejores maestras). El pozole casi le llega al de mi abuela. Los platillos de mi infancia se mostraron frente a mí mientras leía (creando una explosión de sabores al mezclarse!!!). Asi que pues, compré otro libro y después otro. Y si me descuido, tal vez aparezcan algunos más por aquí.

Mi marido me ha preguntado si el hombre es mi héroe. Mmm... puedo decir que si. Mi héroe en la cocina. Ademas, el tipo tiene carisma y como cereza del pastel, su cara me recuerda a mi amigo Chico en 15 años más. No se si son sólo ideas, juzguen por ustedes mismos:






domingo, 7 de diciembre de 2008

Mi Christmas whishlist

Está de moda. Todo mundo publica en donde sea su lista de deseos navideños: facebook, myspace, blogger... hasta en la puerta de su casa; esperando que algún familiar, esposo, novio, amante, etc. caiga en su website por error y escoja al menos uno, diosito quiera, el más caro de sus deseítos.

¿Por qué yo no? Digo, algunos de mis deseos fueron cumplidos ahora en mi cumple, pero siempre hay algún perdido que no sabe que regalarle a su admirada secreta (osea yo) y pues una qué va a a hacer? Hay que ayudarle a esas pobres almas en desgracia a hacerles su día y aquí les va el favor no solicitado:

Futón cliclack. Un futón chido que no es un vil colchón delgadito en un armazon de metal chafa. Cómo averiguar si es lo que quiero? Si lo ves y parece futón entonces no es.

Cafetera eléctrica. Muero de ganas de tragar café (decente) como una loca desquiciada. Mas bien me pongo loca cuando tomo un chingo de café, pero por supuesto, eso a ustedes no les interesa.

Bicicleta. Una que sea de mujer por favor y no tan alta porque si no tengo problemas para bajarme de ella.

Babysitter. De preferencia que estudie medicina o enfermeria, con conocimiento en RCP y que sepa leer (corroborado).

Una compu nueva. Si es una laptop bien equipada, portátil (si, no todas las laptops son 100% portátiles, lo sé por experiencia) con mi nombre y una contraseña que yo sola pueda descifrar, mejor. Que los website de futbol y buildabear estén bloqueados, por favor.

Unas botas de la nieve que no parezcan sacadas clandestinamente del camerino de Marilyn Manson.

Una cocinera y una chacha. De perdis la chacha y que le fascine limpiar.




PD. Si consiguen la chacha, no importa nada de lo demás.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Mi cumpleaños

Hoy oficialmente soy un año mayor. Generalmente la gente utiliza éstas fechas así como navidad y Año nuevo para reflexionar sobre su vida y sus propósitos. Yo más bien voy a aprovechar la fecha para pedir muuchos regalos. ¡Lo merezco! Muchos, diferentes y uno que otro que sea sorpresa.

Estoy consciente que la economía es mala y que vivo muy lejos, por lo que se aceptan regalos de cumpleaños hasta el 18 de diciembre. A partir de entonces, ya cuentan como de navidad. NO se vale el 2x1, nada de "este regalo es por tu cumpleaños y por navidad", eso ya no se usa.

Por favor sean creativos, duele cumplir años.

martes, 2 de diciembre de 2008

Frustración

A pesar de que eres mi psiquiatra, sigo tratando de complacerte. A los psiquiatras no se les complace, ustedes tienen una función muy clara: drenaje, alcantarilla, retrete.
A veces cosas buenas, en su mayoría malas. ¿Y ahora resulta que me quieres controlar? ¿O mas bien soy yo la que quiere quedar bien contigo? ¡Pero si para ésto te pago! No, hoy no quiero ser niña buena, quiero fastidiarte y vomitarte todos el petroleo que traigo hondo y no puedo!

Carajo

Ora los patos les tiran a las escopetas.