Hace unos dias estaba yo en una reunion cualquiera en un día cualquiera, rodeada de algunas personas conocidas que no recuerdo, en un lugar que no tiene importancia.
De pronto ví caminar hacia mí una cara familiar que no existe, importante para mí. Yo lo quería mucho. No, no teníamos una relación amorosa o sexual, pero había un vínculo muy fuerte entre los dos. El era mi mejor amigo, mi protector. Y hace unos días había muerto.
Verlo caminar fue impactante. No inspiraba terror alguno, a pesar de que aún mostraba las marcas que lo habían llevado a encontrarse en ése estado. Pero estaba ahí, ¡aquí y ahora! Había cruzado la barrera de la muerte para encontrarse conmigo en ése lugar tan lleno de gente. Sin miedo, sin vergüenza de que lo vieran muerto. Verme era su objetivo y él iba a hacer lo que fuera necesario para lograrlo.
Asi pues, mi amigo avanzó entre las miradas, llegó hasta mí y me abrazó . Lloré y lo hice como nunca, sin importar nada más. Lloré porque estaba muerto. Lloré porque lo ví a pesar de que la vida dice que una vez que te mueres, te mueres y ya. No hay vuelta atrás. Lloré porque no quería que se fuera...
(Por favor, sólo unos instantes más)
Quise pedirle que se quedara aunque sabía que eso no era algo que él pudiera controlar. Sólo alcancé a decir: Por favor quédate cerca. Y él sonrió en respuesta.
Estuvo conmigo sólo unos instantes, me dijo unas cuantas palabras más y se fue para siempre. Lo ví caminar de vuelta hacia donde había venido, bañada en lágrimas, con el corazón hecho pedazos y emanando felicidad al mismo tiempo.
lunes, 28 de julio de 2008
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1 comentario:
esto suena muy vampirezco... tal vez te acecha por las noches... por cierto, estas como pensando mucho en tus amigos pasados... deberías rehacerte de amistades, o al menos preguntarte si aún te recuerdan...
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